miércoles, 5 de diciembre de 2012

7. Se abre el telón.




ACTO 1: Después del concierto.


Tenía a Carol durmiendo en la cama de al lado. Había logrado adentrarse en un profundo sueño antes que yo, que continuaba escuchando, dentro de mis tímpanos  la guitarra eléctrica  Llevaba dando vueltas media hora, haciendo que los muelles chirriaran con cada giro. Al final desistí y salí de la habitación.
El piso estaba totalmente en silencio, fui hacía la cocina pero tropecé descalza con la pata de la mesa por culpa de la oscuridad y el desorden.No encontré ningún vasi limpio, cogí uno mas o menos decente y encendí el grifo. Aún tenia el sabor del whisky recorriendome la garganta, haciéndose notar dándome patadas en el vientre.

Empecé a tener frío. No había calefacción y solo llevaba el vestido de playa de Carol, seguía húmedo y sucio por el alcohol que me habían tirado encima. Al fin bostecé,  recordé la manta y la almohada, quizá ahora si consiguiera dormir. Eran las tres de la mañana y no estaba acostumbrada a trasnochar.
Paseé despacio con miedo de volver a golpearme con algo. La puerta de la habitación de Martín estaba abierta. Se atisbaba su figura , construyendo un bulto horizontal, dejándose intuir. Pasé despacio, con especial cuidado de no hacerme oír.

-Alma.- se incorporó. - ¿Que haces levantada? Una urgencia urinaria ¿ no ? Si es que el zumo del San Francisco ese, tiene que salir por algún sitio... no debe ser bueno-Se reía.

Entré y me senté a su lado en la cama. No sabiendo muy bien que postura adoptar.

- Anda, no es eso tonto, no tenia que hacer pis.

-Es que si mezclas esa cosa tan dulce, con alcohol de verdad, te estalla el estomago. Espero que hayas dejado la ventana abierta ventilando. - Eso le hizo aún mas gracia.

- ¡ Que no! No vengo del lavabo, jope. Simplemente... no puedo dormir. ¿ Y tu que haces despierto?

- Estoy esperando a que mi habitación deje de dar vueltas, se ha empeñado en no parar de girar.

-Es normal, los músicos teníais barra libre. Cuando llegamos, ya se te notaba muy divertido.

- Es lo que tiene ser una estrella del rock, nena. Te llueven las bragas y el champagne. O al menos así se supone que tiene que ser. A mi solo me han dado garrafón y me tengo que conformar con dormir solo.

- Eres bastante bueno con la armónica, seguro que llegáis lejos.

- No se yo... empiezo a estar un poco harto de todo esto.-hizo un bufido- Anda, ven aquí. Métete en la cama conmigo. Estas temblando.  -Martín estaba tumbado de lado abriéndome la manta y señalándome mi sitio. Pude ver que solo llevaba los calzoncillos. Le hice caso y me estiré. Toda mi tensión desapareció cuando le rocé con mi piel de gallina, estaba caliente y me acerqué a el.        

- ¡Por Dios , niña! Tienes los pies helados, me has rozado y casi me haces morirme de una hipotermia.

-Lo siento, siempre los tengo así y se me olvida. Debe ser la circulación no se, aunque también he estado andando descalza. Lo siento mucho.

- Mientras no me los vuelvas a poner encima no hay problema. ¿ Pero a que narices hueles? Eso si que es inaguantable.

-Es el vestido...como había tanta gente me han duchado entera. Espero que las manchas se quiten, si no, me sabría muy mal por Carol.

- Quitatelo anda,se buena. Y Carolina, ¿que? ¿Anda roncando?

- No.

- ¿No,que? ¿No ronca? Si es que es señorita hasta para dormir,madre.

- No me voy a quitar el vestido.-Martín se me quedó mirando y acto seguido comenzó a carcajear. Yo seguía sería y roja, frente a esa proposición,tapada hasta las orejas.

- Ai niña... con este mareo que tengo, no se me levantaría el animo ni aunque me confesaras que llevas una lencería exquisita. Pero he conseguido poner unas sabanas limpias y espero que me duren mucho tiempo.

Le miré comprobando que hablaba enserio. Estaba tirado y relajado, supuse que no quería aprovecharse de la situación. Me quité el vestido y lo apoyé con cuidado en el suelo y lo aparté lejos. Nos quedamos estirados boca arriba en silencio, empezaba a sentirme bien.

-¿Sabes? Yo también estoy un poco mareada aún.

- Una mujer desnuda y bebida en mi cama ¡ Que honor! Lastima que esté montado en un tio vivo.

Me acerqué a el y me acurruqué en su sobaco, rodeandole el pecho con mi brazo. Hacía tiempo que no estaba así con un hombre. No recordaba que fuera tan agradable.

-Aún no me olvido de el, Martín.- hablé bajito en esa posición.

El seguía mirando el techo, con el brazo bajo su cabeza y con el otro acariciando mi espalda.

- Todavía es pronto para poder hacerlo. Procura darte tiempo. -Nuestras voces se habían convertido en susurros.

- El me hacia sentir especial.

-Y lo eres, nunca me había encontrado a una mujer como tu.- Cerramos los ojos. Solo escuchándonos  Respirando despacio.

- Creo que estoy perdida.

- Quien te diga que no lo esta, te engaña.

- Martín... ¿tu estas enamorado?

- No lo sé, puede que alguna vez lo estuviera.

- Parece que tienes a alguien rondándote la cabeza. -Seguíamos igual, dejándonos llevar. Y como hablábamos bajito, noté como su corazón palpitaba mas rápido. El no respondía.- ¿Como es?

- No me la merecía. Si no me alejaba de ella terminaríamos haciéndonos mucho daño.

-Confío en ti. Se que no me lastimarías nunca.

- Me gustaría no tener el poder de hacerlo. -Le estreché más fuerte, pasandole una pierna por encima.

- ¿Sabes? Los dos nos olvidaremos de ellos y volveremos a ser felices.- le dije.

- Te lo prometo.


Martín y yo nos miramos. Se acercó a mí y me besó en la frente paternalmente. Los dos continuamos cara a cara, tapados hasta el pecho, hasta que estábamos tan cerca que juntamos nuestros labios durante tres segundos.
Me levanté en ropa interior, recogí el vestido y le dí las buenas noches, marchándome a mi cama.


ACTO 2: La mañana.


Me desperté a las siete de la mañana sin sueño. Había dormido poco más de dos horas, pero me sentía activa y con mucha vitalidad. Carolina seguía en su cama. Abrí el armario que estaba en esa habitación y encontré un chándal y una camiseta masculina. Me vestí y me hice un moño. El día estaba soleado y la calle tranquila. Así que salí a sentirlo en mi piel y descubrir los alrededores de ese barrio.
Estaba todo cerrado, salvo una pequeña panadería junto a la esquina. De golpe me dí cuenta de que tenia hambre y compré tres croissant.
Ya había paseado bastante y volví al piso. Abrí con las llaves de Martín que había cogido del recibidor  La puerta cedió mas fácilmente de lo que esperaba.
Al entrar, todo olía a café  fuí hacía la cocina y me encontré a Carol sirviéndose un vaso. Se acababa de duchar y seguía con la ropa de ayer.

- ¡Hombre! Mira quien esta aquí. ¿ Quieres café?

- Buenos días Carol, justo traigo pastas- le dí los croissants mientras servía otro vaso para mí.- ¿ Como has dormido?

- Pues supongo que he descansado mas que otras. - reía picaramente.

- Uf, a mi me costó mucho eh, apenas he pegado ojo. ¿Que haces con la tele puesta? No la estas viendo.

-La enciendo siempre, hay que estar informada de lo que pasa en el mundo. Cielo, es que se duerme mejor en una cama que en el somier ese.

- Imagino, pero por eso- Carol me interrumpió.

- Martín esta reventado de lo de anoche. Esta muerto ahí en la cama. Estáis los dos igual. me da miedo hasta preguntar.

- Si no hay nada que tu no sepas Carol. Aunque...- me detuve recordando

- Me alegro de que en el fondo no seas tan mojigata ¡mujer! Lo mejor que podías hacer era pegarte un buen meneo.No tienes porque callártelo  que os he visto cuando me he levantado. Alma, soy tu amiga, y me interesa saber los detalles ¡ Estas cosas me las tienes que contar!

- ¿Pero a que hora te has levantado?

- Debían de ser las ocho y media o así.

- ¿ Entonces? - hice números mentalmente.

La puerta de la habitación de Martín se abrió y nos quedamos mirando. Apareció una chica rubia, con el pelo por encima de los hombros, que no recordábamos del concierto. Estaba de espaldas cerrando sin hacer ruido, con el pelo revoloteado y cogía sus zapatos y su chaqueta en la mano. Se giró y nos vió ahí pasmadas. De golpe, bajó la cabeza y vino hasta la puerta de la cocina.

- Hola - dijo forzando una sonrisa.

- Buenas guapa...¿Quien eres? - Carol no ocultaba su cara de desconcierto y la miraba de arriba a abajo.

-Inés.- nadie añadió nada.- Martín me llamó a noche y bueno, no sabía que había mas gente en casa. Esto es embarazoso, me voy ya.


Inés salió pintando del piso y escuchamos como cerraba la puerta principal. Carolina y yo continuábamos aturdidas.


- Estoy flipando Alma, yo pensaba que eras tu la que estaba en su cama.

- Y lo estuve.

-¿Qué?

Acto seguido, apareció Martín, plantándose delante nuestro en gallumbos con un cigarrillo liado en la mano.Cogió la cafetera y se puso a sorber el caffé y a comerse el croissant.

- Otra vez ando con resaca. Suerte que están aquí mis dos ángeles para darme desayuno como medicina. - se rascó la tripa. - Ayer bebí muchísimo.

- Demasiado. - dije seria sin levantar la vista del suelo. No quería mirarle a la cara.

- Ya hemos visto a  Inés saliendo por patas de aquí. No creo que me parezca tanto a ella, demasiado platino de bote. Aunque bueno, la nariz quizá vista así de perfil...  ¿Tu que opinas Alma? Yo soy más guapa ¿verdad? ¡Dime que si!.

- Si.

Tenía ganas de salir corriendo de ahí y olvidar los últimos días. El cariño que se suponía que nos teníamos  había resultado ser un gran teatro. Mi cuerpo no reaccionaba, se quedaba quieto sin hacerme caso.No. Ni siquiera sabía por qué lo había echo. Pero había pasado. Y después se había acostado con ella.
Me vino una arcada que consiguió que mi cuerpo respondiera.
Fui hacía al baño y vomité tendida en el suelo, con la cabeza dentro del retrete.Cuando acabé, vi que Martín estaba detrás de mí. Le miré desde ahí, sabiendo que del esfuerzo tendría la cara llena de rimmel. Aunque el se corría con mas facilidad.

- Me lo prometiste.

Martín se quedó serio. Y mientras se iba hacía otra parte del piso, sin ni siquiera mirarme me dijo;

- Ya te dije que no me gustaría tener el poder de hacerte daño.

Que gran actor.



Entraron los sonidos que venían desde la tele del salón. Aplausos. No podía ser de otra manera.

8 comentarios:

  1. Pero que mala eres Lucia, ya suponia que eras capaz de evitar el envite, te acabas de escapar por la tangente. Y añades mas drama al argumento, que ahora queda con una cuerda tensa entre Martin y Alma. Juego de encuentros y desencuentros, protagonistas perdidos, sin rumbo fijo, nos llevas a la cruel realidad de nuevo, cada uno de ellos queda nadando entre las olas intentando alcanzar la orilla. Si Noelia cebó a Carolina con el "aquello", tu de una tacada cebas a Martín y a Alma. Pero me gusta el giro, los personajes se van implicando y desarrolan trama, el interés se acrecienta en todos los frentes. ¿Qué nos pensabamos los lectores que nos íbamos a ir de rositas? Pues lo llevamos claro, ya veo. Este "a tres bandas" me está resultando muy grato, os desenvolveis con naturalidad y soltura y la historía va tomando embergadura. y no me refiero al número de páginas. Lo dicho, que eres muy mala. :)

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  2. jopelines, me salió la sonrisa torcida, no fue aposte, que conste.

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  3. Otra cosa más, disculpen, ¿por qué no diferencias los diálogos en la versión tusrelatos? Se hace más difícil de leer, me parece.

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    1. Buenas noches querido Ender. He tenido problemas a la hora de publicar. No me dejaba entrar con mi usuario desde el ordenador, y hace nada lo he intentado desde el mvl, el resultado es la catastrofe que ves. Ahora, ya me ha puesto de los nervios,pero sé que mañana será otro dia.

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  4. Me has matado. No me habría esperado algo así por nada del mundo. Muy muy muy bien jugado. Has sabido enfrentarte a la situación, crear conflico, desarrolar la trama y crear una tensión que no se esperaba. None me había asustado dejando en el filo esa posible escena de sexo, que pensaba que llegaba pronto (ya ves, yo que meto escenas de sexo por doquier) pero era un magnífico final de capítulo. Y ahora has sabido continuarlo de una forma extraordinaria. Creo que entre los dos relatos habéis creado el verdadero núcleo del proyecto, los considero como dos partes totalmente entrelazadas del mismo relato.

    En esa conversación inicial con Martín has sabido introducirte bien en su mente. Al principio he pensado que qué galán el personaje, no sé si yo lo habría hecho tan educado pese al pequeño inconveniente alcohólico (por mucho que bordeara el coma etílico) pero con ese final, esas revelaciones, esa forma de actuar, dices mucho de él. No sólo por ese jarro de agua fría de su actuación, sino por esa petición a Inés (un jaque extraordinario),es decir, esa mirada al pasado. Me da la sensación de que Martín está más perdido de lo que pensaba.
    "Martín... ¿tu estas enamorado?" Qué traición preguntar eso y qué magnífica es Alma por preguntarlo. Has ido a hacer daño, me quedo con el comentario de ender "eres muy mala" (con la carita también)

    Menuda faena ahora al que le toque seguirlo... oh, espera...

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  5. (Que no se me pase) Las consecuencias que todo esto puede tener para Alma son brutales. Lo has llevado por donde querías y lo has llevado bien, que no es fácil.

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  6. Que bueno!
    He leído desde el anonimato todos los capítulos y todos me han parecidos "muy chulos" (típica expresión mía). Pero desde el capitulo 6 ya me he quedado con la suficiente intriga para querer... un poco más. Un poco más de los personajes, a los que, a estas alturas, como lectora, ya les tienes cierto cariño. Y este capítulo se sale!
    Me gusta mucho la conversación en la cama, te atrapa; el lío del despertar y las horas, que se resuelve con la tercera chica desconocida que aparece de la habitación (me encanta!) y los aplausos del final... ummm

    Asia.

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  7. Por fin llega mi comentario. Lo bueno se hace esperar ;)

    Este capítulo es magnífico, uno de los mejores. Dos actos sublimes, bien diferenciados, con un antes y un después.

    Está todo muy bien organizado y, sobre todo en el segundo acto, has sabido crear una confusión al lector, con todo el tema de Carol pillando a Alma en la cama de Martín, que al principio asusta un poco, cuando Alma se vuelve a su cama, y parece que queda ahí un vacío, y luego vienes con Inés, la tercera en discordia.

    Sencillamente genial. Y dejando un buen marrón a Dani de cara a continuar con todo el tema de Inés...

    Enhorabuena.

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